El encuentro fue organizado para presentar los resultados de las investigaciones y reflexiones que lleva a cabo el CDES sobre eco-Socialismo y el debate en torno al extractivismo en el Ecuador. También diversos colectivos y organizaciones en resistencia al extractivismo expusieron sus experiencias y trabajo. Nos invitaron a contar sobre el trabajo que hacemos y cómo éste tiene que ver con buscar y encontrar alternativas al extractivismo. Abajo hay un pequeño resumen de cada parte.
Eco-Socialismo
Se lo definió como un proyecto político no acabado que sin embargo es de impresionante actualidad dada la crisis ambiental. El eco-socialismo reconoce que existe una escasez natural pero también una escasez producida por el capitalismo y las fuerzas destructivas inherentes al proceso de producción de capital. Estas fuerzas productivas/destructivas avanzan sobre los territorios que podrían producir realmente. Así, desde una óptica eco-Socialista, lo urgente es el reemplazo de esas fuerzas productivas/destructivas por unas “genuinamente productivas, de carácter sostenible”.
Debate en torno al extractivismo en el Ecuador
El debate sobre el extractivismo en el Ecuador enfrenta –aparentemente- a gobiernistas/desarrollistas con ambientalistas. Analizando las propuestas de uno y otro lado, parece ser que hay un acuerdo consensuado en que la transición hacia una sociedad post-extractivista es imperativo. Es decir, si se analiza las propuestas formales del gobierno ecuatoriano, no habría contradicción con los movimientos anti-extractivistas: las dos partes están de acuerdo en que es necesario superar el extractivismo. Las diferencias emergen en los tiempos y las formas en que se daría la transición, y por ende en los impactos sociales y ambientales que esto acarrearía. Entonces parece que sería necesario que el debate aborde esos aspectos, además de otros sobre los que simplemente no se habla:
– La evaluación ambiental de los efectos la transición. Por ejemplo, qué beneficios e impactos para las poblaciones locales existen de trocar petróleo por turismo.
– Evaluación del impacto de la industrialización del país y las alternativas reales y pragmáticas a dicha industrialización.
– Consumo interno y dependencia. Hay un vacío de análisis sobre consumo social. La mayoría de las alternativas o soluciones ambientalmente amigables se refieren solamente al consumo individual.
– Pobreza, desigualdad y propiedad: la transición al post-extractivismo puede terminar enriqueciendo a las élites tradicionales, lo que deviene en una urgente problematización del capitalismo.
Finalmente, se identifica dos problemas en torno a centrar el debate en el extractivismo y, por ende, en el desarrollo:
– Se hace alusión constantemente a la necesidad de decrecimiento de la economía (línea ideológica originada en Europa) pero no se analiza si dicho decrecimiento es aplicable a una economía como la ecuatoriana.
– Se iguala al modelo extractivo con el capitalismo, como si al superarlo se superara automáticamente al capitalismo.
– Esa paradoja podría ser superada utilizando las herramientas de análisis del eco-Socialismo. (¡Manos a la obra!)
En la tarde hubo presentaciones de diversos compañeros y compañeros que resisten a actividades extractivas en nuestro país como el la explotación petrolera y minera pero también la agroindustria.
Nosotras expusimos nuestro trabajo de cartografiar para la resistencia, el acompañamiento que hacemos a comunidades en resistencia a actividades extractivas, la posición crítica que tenemos sobre la geografía como práctica y herramienta del poder y control territorial y nuestro intenso interés en generar espacios de reflexión política con las comunidades.