Desde el 7 de octubre venimos realizando una serie de mapas de la resistencia y protesta social y la violenta represión vivida en el país en el marco del #ParoNacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE. En anteriores entradas pueden leer sobre el contexto del paro y nuestros primeros mapas y una actualización al 6 de octubre de 2019.
Reporte de la protesta social y violencia a escala nacional
Los mapas presentados dan cuenta de la amplitud tanto de las acciones de resistencia como de represión. Se registraron eventos en todas las provincias del país excepto en Orellana y Galápagos, aspecto que se adjudica a una limitante en el registro. En otras palabras, la movilización es generalizada en todo el territorio ecuatoriano, hecho que no se había registrado desde el año 2006 en que el movimiento indígena lideró una exitosa movilización en contra del tratado de libre comercio con EE.UU.
El siguiente mapa nos muestra la resistencia pacífica que se dio en varias provincias del país el lunes 7 de octubre de 2019. Marchas pacíficas, cierre de vías y tomas pacíficas de gobernaciones, la versión local del estado central. El mapa también muestra los cercos policiales que impedían el paso a manifestantes en las provincias de Pichincha, Imbabura, Guayas; la represión policial en Imbabura, Pichincha, Azuay, Loja, Pastaza, Morona Santiago, Chimborazo; y detenciones en Guayas y Pichincha.
El martes 8 octubre de 2019 se repitieron los registros de cercos policiales que impedían el paso a manifestantes en las mismas provincias de Pichincha, Imbabura y Guayas. Este día se registró de manera diferenciada la represión policial de la militar. Hubo represión policial en Imbabura, Pichincha, Pastaza, Azuay, El Oro. Y represión militar en Sucumbíos, Esmeraldas y Pichincha. En Sucumbíos, Chimborazo y Pichincha hubo personas detenidas. El mapa nos muestra también la amplitud de la protesta social, que se ha tomado casi todo el país.
El miércoles 9 de octubre de 2019 los registros se concentraron en Quito debido a que ese día el movimiento indígena convocó a la gran huelga nacional y movilizaciones en la capital. También se convocó a una marcha en Guayaquil dado que el presidente trasladó el gobierno esa ciudad el 8 de octubre. Así, los cercos policiales registrados se redujeron a Pichincha y Guayas. La represión policial se registró en Pichincha, Azuay, El Oro y la militar en Esmeraldas y Cotopaxi. Hubo detenidos en Sucumbíos, Chimborazo y Pichincha. Ver aquí nuestro post sobre la represión en Quito y el ataque a zonas humanitarias y de paz.
La represión durante el Paro Nacional tiene un carácter racial claro. Las 14 nacionalidades indígenas del Ecuador plegaron al paro y mantienen hasta ahora cercos en todas las provincias mencionadas, además de delegaciones que se movilizaron a Quito a pesar de que el presidente Moreno trasladó el gobierno a Guayaquil. Es así que la población indígena ha sido la principal receptora del uso excesivo de la fuerza por parte del estado ecuatoriano. Se reporta uso de gas lacrimógeno lanzado directamente al cuerpo de los y las manifestantes, así como uso de balas de goma, perdigones y balas convencionales. El caos que provoca la militarización provocó además la muerte de Raúl Chilpe de la comunidad indígena de Molleturo en Azuay el 6 de octubre de 2019, hecho que se hace constar en este informe por su gravedad, aunque está fuera del rango temporal de análisis.
En respuesta, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) decretó el estado de excepción en todos sus territorios el 5 de octubre de 2019 y llamando al Paro nacional. El Estado de excepción supone la prohibición de entrada a militares y policías a los territorios indígenas, hecho que pone en práctica de manera inédita el estado plurinacional.