Pedagogía Migrante

Hace una década la organización alemana FES-ILDIS[1], organización de la cooperación alemana en Ecuador, apoyó el proyecto Plan Migración, Comunicación y Desarrollo[2], que elaboró veintitrés Cartillas sobre Migración para abordar diversas dimensiones sociales, económicas, políticas y culturales del proceso migratorio ecuatoriano[3] en el momento de la mayor emigración de connacionales a Estados Unidos, España e Italia. A casi una década de la última publicación, el Colectivo de Geografía Crítica de Ecuador y la Red Clamor[4] con el apoyo de la GIZ, hemos juntado esfuerzos con el propósito de reactualizar esa reflexión y producir renovada información sobre la cuestión migratoria en el país.

Al cierre de la segunda década del siglo XXI, resulta fundamental que en Ecuador se discuta públicamente sobre la transformación de su patrón migratorio, de los giros que la política migratoria ha tenido, de los vacíos que persisten y de la situación de las personas en condición de movilidad humana, particularmente forzada, en refugio y con necesidad de protección internacional, en el contexto de la actual pandemia de COVID-19.

El análisis que presentamos en esta primera Cartilla de la serie surge de una metodología investigativa mixta cualitativa y cuantitativa. En términos cualitativos, desde el Colectivo de Geografía Crítica del Ecuador, hemos planteado la pedagogía migrante como eje conceptual para el levantamiento de información y elaboración de este documento. Alineados con los estudios críticos de las migraciones (Mezzadra y Neilson, 2013; De Génova et. al., 2014) y en particular con la perspectiva teórica de la autonomía de la migración (Papadopoulos y Tsianos, 2013; Tazzioli, 2014), nuestra propuesta investigativa está centrada en los sujetos migrantes y refugiados, sujetos en movimiento, que lejos de ser concebidos como ‘víctimas’ pasivas homogenizadas bajo categorías fijas, son reconocidos como sujetos políticos –diversos en edad, género, orientación sexual, origen étnico, de clase y nacionalidad, con capacidad de respuesta, decisión y agencia–, con un cúmulo de conocimientos y estrategias de resistencia que surgen de su propia experiencia histórica y de su memoria migrante, y que tienen repercusiones multi-escalares en el espacio individual, comunitario, local, regional, nacional y global (Álvarez Velasco y Glockner, 2019). La pedagogía migrante es el mecanismo de construcción de conocimiento que surge del encuentro con esos sujetos en movimiento, que se funda en el reconocimiento de la alteridad migrante diversa, que abre un diálogo de saberes y que permite reconocernos en ellas y ellos (Kirova y Prochner, 2015).

Dado que esta investigación fue realizada en el contexto de la pandemia de COVID-19, recurrimos a plataformas digitales y redes sociales para logar ese encuentro con la población migrante viviendo en Ecuador. En este proceso, contar con la Red Clamor y con la Asociación Migrante Universal como aliados, fue decisivo. Por una parte, apoyaron al Colectivo en la identificación de las personas migrantes, solicitantes de refugio y refugiadas viviendo en el país que podrían tomar parte de esta investigación. Entre los meses de junio y julio de 2020, llevamos a cabo entrevistas virtuales con migrantes, solicitantes de refugio y refugiados provenientes de Haití, Venezuela, Colombia, Bangladesh, Pakistán y Nigeria. Del mismo modo entrevistamos a los representantes de las tres organizaciones que son parte de la Red Clamor y que trabajan directamente en territorio con personas refugiadas en Ecuador y a expertos en derechos humanos y migraciones.

Por otra parte, en términos cuantitativos, junto con los miembros de la Red Clamor construimos la Encuesta Digital Vulneraciones a Derechos Humanos de Población en Condición de Movilidad Ecuador 2020 (en adelante EDVE) cuyos resultados estadísticos se presentan en esta Cartilla. Aplicar encuestas a población en condición de movilidad humana de partida es un desafío analítico en términos de identificar y encuestar a personas que están en movimiento y que por su propia condición migratoria podrían tener recelo a ser parte de estudios de este tipo. En el caso de esta investigación, a ese desafío se sumo otro más: implementar una encuesta en un contexto marcado por la inmovilización forzada y la cuarentena como vía para evitar el contagio de COVID-19. Para hacer frente a ambos desafíos, el levantamiento de información se tornó remoto y digital. Así, 24 técnicos de la Red Clamor y 10 miembros de la Asociación Migrante Universal fueron capacitados por el Colectivo de Geografía Crítica del Ecuador en el cuestionario de la EDVE para que puedan aplicarlo de manera remota –por vía telefónica u otros medios telemáticos– y poder levantar la información que ahora se presenta.

Uno de los mayores aciertos de este proceso fue involucrar a la Asociación Migrante Universal, una organización de la sociedad civil conformada por migrantes que apoya a población inmigrante, principalmente venezolana. El hecho de que migrantes encuesten a migrantes garantizó la total confianza a quienes participaron y abrió espacios de reflexión y aprendizaje mutuo. En la reflexión que comparte el Representante Legal de Migrante Universal, quien coordinó el proceso de aplicación de la encuesta, se sintetiza ese acierto, que a la vez materializa la propuesta de la pedagogía migrante:

Ha sido muy importante que nos involucren como partícipes activos de esta investigación. Ha sido un gran aprendizaje conocer las diferencias que hay en la vida de los venezolanos en las ciudades del país. También ha sido una forma de capacitación para nosotros. Ahora sabemos no solo más cosas sobre lo que nos pasa, sino que entendemos por qué lo que nos pasa son vulneraciones de derechos que nos pasan a muchos y debemos reclamar porque no es justo.

Entre los meses de julio y agosto de 2020 se aplicó el cuestionario. A pesar de la pandemia, se logró efectivamente encuestar a 729 personas extranjeras mayores de 18 años en condición de movilidad humana en Ecuador, de cuatro países de origen distintos y residiendo en 13 provincias ecuatorianas, siendo los casos de Quito en la provincia de Pichincha (32,4%) y Guayaquil en la provincia de Guayas (29,3%) los más representativos[5]. Debido a la masiva presencia de población migrante venezolana que actualmente reside en Ecuador, prácticamente el 96% de la información levantada por la EDVE da cuenta de la particular situación de esta población migrante. De ahí la importancia de haber hecho entrevistas a profundidad a migrantes y refugiados regionales y extracontinentales residiendo en el país, con el propósito de completar la reflexión y tratar de desmantelar el monopolio de atención analítica, mediática y pública puesta sobre las y los venezolanos en Ecuador.

Los resultados obtenidos en la EDVE constituyen un primer estudio exploratorio sobre las condiciones en las que vive la población que participó en la encuesta y su entorno familiar, sin embargo no puede ser generalizable al total de la población que vive en esas provincias por el tamaño de la muestra.


[1] Ver: https://ecuador.fes.de/quienes-somos/fes-ildis-en-ecuador.

[2] Entre las organizaciones que formaban parte del proyecto Plan Migración, Comunicación y Desarrollo Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica – ALER; Caritas, España; Radio Comunitario España Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana – CEPAS Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio – FEPP; Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales – ILDIS/FES.

[3] Para revisar y descargarse las Cartillas ver: https://www.fes-ecuador.org/mediateca/publicaciones/

[4] La Red Clamor es un espacio eclesial integrado por el Servicio Jesuita a Refugiados Ecuador, la Misión Scalabriniana, la Pastoral Social Cáritas y la Conferencia Ecuatoriana de Religiosos y Religiosas (CER) que acogen y acompañan a población migrante forzada, solicitantes de asilo, refugiadas y en necesidad de protección internacional.

[5] Las personas encuestas en Azuay, Carchi, Chimborazo, El Oro, Esmeraldas, Imbabura, Manabí, Orellana, Santa Elena, Sucumbíos y Tungurahua representan al 38,3% por lo que se analizan como un solo dominio geográfico.