Colectivo de Geografía Crítica del Ecuador
En las últimas semanas, uno de los argumentos más utilizados por parte del Estado ecuatoriano para justificar la concesión del territorio de Panantza a la empresa minera china EXSA era que no se trataba de territorio ancestral shuar. Gracias a este supuesto, el Estado pudo dar inicio al megaproyecto minero sin realización de consulta previa, pudiendo desalojar a las familias shuar que habitaban en el territorio en agosto de 2016 aplicando la fuerza de la policía, destruyendo las casas y despojando a esta comunidad shuar.
La definición de territorio ancestral está siempre en disputa, es el resultado de una dialéctica entre la implantación territorial de los proyectos de colonización y los procesos de resistencia y apropiación territorial que logran materializar los grupos subalternos. Es lo que la escuela brasileña de geografía crítica llama territorialización de los pueblos en medio de un proceso de des-re-territorialización, en autores como Carlos Walter Porto Gonçalves o Rogério Haesbaert.[1] Se trata de un proceso con siglos de historia. En el caso del territorio shuar, ya hubo procesos de resistencia contra el imperio inka, posteriormente contra el imperio español, que ubicó varios poblados de cabecera de río en la zona, el pueblo shuar los quemaba… La más fuerte ola de colonización en la Amazonía del S.XX no se llevó a cabo de forma lineal, sino que hay distintos avances y retrocesos de esta dinámica: apertura de vías, apertura de pozos petroleros, llegada de colonos, sedentarización de pueblos indígenas para evitar la colonización, legalización de tierras indígenas, quema de campamentos mineros, ubicación de viviendas en lugares que antes solo eran sagrados… y así un largo etcétera de estrategias territoriales para la apropiación territorial. [2]
El presidente Correa afirma que los terrenos donde se asienta el proyecto minero de la empresa minera china EXSA ya los tituló el IERAC,[3] y tiene razón, se trata de la primera amputación realizada por el Estado ecuatoriano del territorio shuar en esa zona en los años 90 del S.XX. La óptica colonial del IERAC (sus siglas son Instituto Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonización) denominaba terrenos baldíos a los territorios ancestrales shuar, al igual que sucedió con los otros pueblos amazónicos. Se basaba en una forma racista de ver la ocupación del territorio: allá donde no había cultivos o casas eran áreas asignables a colonos. Lo cual, no tiene en cuenta la forma de habitar el territorio de los pueblos amazónicos, en los que la designación de usos del espacio tiene en cuenta también los espacios simbólicos, lugares de reproducción de la naturaleza para la caza, áreas de ocupación estacional, etc.
En este primer proceso de colonización que generaba un despojo, la nacionalidad shuar se organizó para la defensa de su territorio en medio del auge indígena de los años 90, generando en esta área del sur de la provincia de Morona-Santiago el Consejo de Gobierno Shuar Arutam (CGSHA), que agrupa comunidades y centros shuar de la zona, y que tomó cuerpo legal entre 2001 y 2003.[4] Mientras que el Estado ha generado un reconocimiento de territorios indígenas en el área muy escaso, que en términos legales implicaría que una mínima porción del territorio es shuar, el CGSHA ha realizado un proceso muy amplio de georreferenciación y levantamiento de los centros y comunidades shuar que han determinado en la práctica los territorios indígenas ancestrales. No es todo el territorio ancestral previo a la actuación del IERAC, pero hay un ejercicio de apropiación territorial muy fuerte por parte del pueblo shuar en toda la zona, el CGSHA se ha constituido como una herramienta efectiva para el ejercicio de la territorialidad indígena. Sin embargo, hasta la actualidad, la titulación por parte del heredero del IERAC, el INDA, y luego la Subsecretaría de Tierras, sigue siendo menor a la autodemarcada por el CGSHA.
En resumen, la arremetida del proyecto territorial de colonización, también denominada como la malla territorial del Estado ecuatoriano, bajo la perspectiva de la Reforma Agraria estuvo guiada por los principios del modelo agroindustrial, generándose contrapropuestas de defensa del territorio ancestral por parte de la nacionalidad shuar, que si bien no lograron defender todo el territorio, fueron relativamente exitosas. La siguiente arremetida del Estado en territorio shuar llegó con la designación de concesiones mineras desde los años 90 del S.XX. En esta ocasión, el Estado trataba de hacer frente a la apropiación territorial shuar con la declaración de que el subsuelo era suyo. Así, las sucesivas constituciones y leyes mineras han reafirmado este principio como nueva forma de despojo de los territorios ancestrales. En la actualidad, la minera china EXSA, filial de Ecuacorriente, cuenta con 38.549,2 hectáreas de concesión en los cantones de San Juan Bosco y Limón Indanza, que componen el decretado por el Estado como Proyecto Estratégico minero de San Carlos-Panantza. Las concesiones tienen casi la mitad de su espacio sobre áreas shuar (un 49,8% tomando por fuentes la Subsecretaría de Tierras del año 2012 y el CGSHA del año 2013), lo que supone una nueva invasión que trata de destruir la ancestralidad del territorio shuar ampliando la malla territorial del Estado ecuatoriano para concesionarlo al capital chino.
Concesión Minera | Superficie (ha) | Dentro de Territorio Shuar | |
ha | Porcentaje | ||
CAYA 07 | 2.000,0 | 2.000,0 | 100,0 |
CAYA 20 | 3.879,9 | 2.295,8 | 59,2 |
CAYA 29 | 4.999,9 | 4.999,9 | 100,0 |
CURIGEM 11 | 850,0 | 361,3 | 42,5 |
CURIGEM 2 | 4.497,9 | 2.023,6 | 45,0 |
CURIGEM 22 | 2.859,9 | 2.859,9 | 100,0 |
CURIGEM 3 | 3.297,9 | 431,3 | 13,1 |
CURIGEM 7 | 4.999,9 | 1.781,7 | 35,6 |
CURIGEM 8 | 2.999,9 | 1.006,8 | 33,6 |
PANANTZA | 1.197,9 | 429,5 | 35,9 |
PANANTZA 2 | 898,0 | 127,2 | 14,2 |
SAN CARLOS | 1.998,0 | 899,5 | 45,0 |
CURIGEM 6 | 4.069,9 | 0,0 | 0,0 |
Total | 38.549,2 | 19.216,5 | 49,8 |
En el siguiente mapa se puede observar el nivel de despojo del territorio shuar generado por este Proyecto Estratégico:
Esta malla territorial del Estado no se ha basado en extender los derechos fundamentales afirmados en la Constitución de 2008, siendo el eje minero el principal en la actuación estatal en el área. Incluso otros proyectos de expansión capitalista, como el programa de capitalismo verde Sociobosque, están bajo la subordinación de la frontera minera, como puede apreciarse en el mapa.
Total Concesiones Panantza – San Carlos | 38.549,2 |
Superficie en SocioBosque en las Concesiones | 8.369,0 |
Porcentaje de afectación a SocioBosque | 21,7 |
La minera EXSA, cuando aún era de propiedad canadiense, consigue en los años 90 la concesión de parte del territorio Shuar Arutam, y mediante distintos testaferros logró la propiedad de Nankintz, reclamado territorio ancestral por los shuar. Como explica el abogado del CGSHA Tarquino Cajamarca, la zona de Nantintz había sido ancestralmente un lugar de encuentro entre las comunidades de Kutukus, Suntswuint, y otras, un lugar de cascadas compartidas donde habita Arutam.[5] Por ello, no era un territorio reclamado por ningún centro shuar en concreto, sino un territorio de uso común. Esta visión, choca con la forma cartesiana de ver la propiedad privada por parte de los Estados capitalistas en la que la propiedad debe ser asignada a un individual, los espacios compartidos por distintas comunidades o nacionalidades no tienen figura legal. Como explica Cajamarca, esta forma de utilización del espacio de Nankintz genera tolerancia de las comunidades shuar a que se posesione un campesino colono, el señor Arévalo, para un uso agropecuario, que no chocaba con los usos simbólicos y recreacionales de las comunidades shuar. El IERAC reconocería esta posesión otorgando título de propiedad.
Sin embargo, al ser vendida esta propiedad a la empresa minera EXSA, que llega a construir un campamento minero en 1999, realiza exploraciones entre 2000 y 2005 confirmando un gran yacimiento, totalmente incompatible con los usos shuar del territorio. Por supuesto, estas exploraciones y construcción de campamento se hacen desconociendo los usos shuar sobre el territorio, desconociendo que forman parte de su territorio ancestral, de sus lugares sagrados. La llegada de la empresa minera canadiense genera una alianza intercultural entre el pueblo shuar y los pueblos campesinos que habitan el área, generando el “Comité de Defensa de la Vida y la soberanía de Pananza”. En 2006, tres campamentos son destruidos por parte de este comité del territorio de la parroquia de Santiago de Pananza.[6] Desde entonces, se ubican en el sector de Nankintz 7 familias ampliadas shuar para defender de forma activa el territorio ancestral, donde también se construye casa comunal, cancha, etc. [7] Se trata de un cambio de estrategia territorial impuesto por la arremetida minera: la designación del área como zona ancestral compartida no generaba reconocimiento por parte del Estado, por lo que Nankintz se compone como otra comunidad shuar reconocida en la Circunscripción Territorial Shuar Arutam, como puede observarse en el primer mapa del CGSHA. En agosto de 2016 el Estado ecuatoriano hace valer la concesión a la corporación minera EXSA, destruyendo las casas de las familias y la infraestructura comunitaria de la comunidad shuar de Nankintz.
Desde el Colectivo de Geografía Crítica afirmamos que el espacio concesionado a la minería el Proyecto Estratégico San Carlos-Panantza es territorio ancestral shuar. Cuando Correa dice que no pertenece a la nacionalidad porque ya fue titulado por el IERAC está desconociendo la historia reciente de despojo del territorio ancestral shuar, y la conjunción que ha existido entre legalización de tierras a campesinos colonos y la megaminería. El territorio ancestral está en constante disputa, provocada por una invasión colonial del capitalismo de tal envergadura que lo legalizado como territorio ancestral es una porción cada vez menor de los espacios de vida de las nacionalidades indígenas. La negación de Nankintz como territorio ancestral shuar es insostenible en un Estado plurinacional y multicultural como es el Ecuador. El hecho de que vivieran 7 familias shuar en el área, los usos ancestrales de sus cascadas y montañas, y el proceso inconsulto con el que se ha llevado a cabo la instalación de campamentos mineros es el resultado de una política extractiva basada en un desprecio racista respecto a los territorios indígenas.
NOTAS:
[1] Ver más en “Haesbaert, Rogério da (2007). O mito da desterritorialização: do “fim dos territórios” á multiterritorialidade. 3° ed. Rio de Janeiro: Bertrand Brasil. 400p”. o en “Porto-Gonçalves, Carlos Walter (2009) “De Saberes y de Territorios: diversidad y emancipación a partir de la experiencia latino-americana” en Revista Polis. Venezuela: Universidad Bolivariana”.
[2] Ver más en “Harner, Michael 1972: Shuar, pueblo de las cascadas sagradas. Abya Yala [3ª ed. en castellano]. Quito. 1994”.
[3] Aparecido en Expreso.ec el 18 de diciembre de 2016: http://expreso.ec/actualidad/correa-califica-de-paramilitares-y-delincuentes-a-los-indigenas-MN942583
[4] Ver más en el artículo “Shuar Arutam: La Conservación del Bosque y el Ordenamiento Territorial” , http://www.territorioindigenaygobernanza.com/ecu_15.html
[5] Ver más en artículo de Tarquino Cajamarca, “La violación de Derechos y al debido proceso fue evidente en conflicto Shuar”, https://drive.google.com/file/d/0BzxyuNjgvOJFTENTU2N1d0FPQXc/view
[6] Ver más en “Eguiguren, María Beatriz y Arturo Jiménez (2011) “Análisis de conflicto socio ambiental “rosa de oro” cantón San Juan Bosco, Morona Santiago”, revista Cognitio Juris, ISSN-e 2236-3009, Vol. 1, Nº. 3, 2011, págs. 45-58”, https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3824878
[7] Ver más en el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de la Parroquia de San Carlos Pananza, http://app.sni.gob.ec/sni-link/sni/PORTAL_SNI/data_sigad_plus/sigadplusdiagnostico/1460014320001_Pananza%20subir%20_30-10-2015_20-10-51.pdf