Compartimos esta noticia como balance del Congreso de Epidemiologías y Geografías Críticas. En el siguiente link hay un video de la última jornada: https://livestream.com/uasb/events/7618542/videos/160434714
El colectivo presentó 4 puntos en la mesa final:
1) La geografía crítica más crítica de Latinoamérica es a nivel de colectivos de geografía crítica y en las luchas territoriales.
2) Entender el cuerpo como territorio es comprender que la lucha por la despenalización del aborto es una lucha territorial.
3) El giro decolonial en la geografía crítica anglosajona va más allá de comprender la descolonización desde el enfoque latinoamericano, es una puesta global en la cual tenemos que proponer nuevas identidades espaciales.
4) Ahora que se esta institucionalizado la geografía crítica del Ecuador es importante no repetir jerarquías entre las líneas conceptuales de la geografía crítica. No pensar que hay una geografía crítica más valida que otras.
Las conclusiones de la mesa final, en palabras de Federico Saracho de la UNAM:
Tenemos que reconocer que la teoría crítica lo que hace es la observación objetiva de la realidad. A final de cuentas esta realidad se está presentando como un todo, no está dividida. Para poder abordarla hacemos divisiones epistemólogicas y académicas para poder abordar el conocimiento que estamos viendo pero la teoría crítica te pide que hagas una interconexión entre ellas. La metacrítica del conocimiento es la cara de la realidad que nos está pidiendo un reconocimiento en toda su complejidad. Pero para ser comprendida pide radicalidad. Para poder comprender el estudio de la realidad tenemos que comprender los cortes epistemológicos en las diferentes facetas para que podamos abordarlo pero no es un movimiento solo trasdisciplinar sino crítico desde su centro. Si cada quien busca su pedazo a estudiar se elimina mucha de la criticidad del conocimiento.
La teoría sin la praxis no tiene sentido, eso ya lo sabemos. La praxis es creadora por definición porque pide ante un mundo que estamos observando y las injusticias estructurales que se viven en el capitalismo una visión alterna y creadora que viene desde el pensamiento crítico que pide que sea aplicado para modificar la realidad. La realidad va a definir nuestra agenda y porque siempre está en modificación la agenda tiene que ser redefinida. Por ello nuestra teoría y nuestra práctica va a estar en cambio, autoevaluándose, y eso sería entrar un verdadero conocimiento dialéctico. La dialéctica del habitar y de lo habitado, del espacio y del tipo de subjetividades y personas que se producen en el espacio y las distintas formas de complejidad que se abordan en esta producción. Es importante retomar que la primera escala a observar es la del cuerpo, un cuerpo que tiene una forma individual y una recuperación en lo colectivo. No solo hay que pensar la escala desde el punto de vista territorial sino también desde lo colectivo y el sujeto y la relación entre sociedad y naturaleza.
El conocimiento nos posibilita devolver el carácter político a los sujetos. Más allá de las fuerzas de lo individual, la concepción de lo colectivo, lo común y lo popular es aquello que tiene la capacidad de una transformación real. Analizar esta forma de los cuerpos y repensarlos desde los procesos de vida y muerte abre a nuevas categorías y nuevos mundos posibles que es lo que interesa, donde la creación política abre un abanico múltiple que rompe la asimetrías que el poder ha estado construyendo en lo global. Este sistema mundo que está atravesado por luchas de clase, raza y género pide una transformación completa.
Ello lleva a repensar la forma en la que la academia está produciendo conocimiento. Tiene que ser abierta, clara y de cara al mundo, pero sobre todo tiene que tener una cara hacia sí misma. Debemos valorizar el conocimiento de las diversas fuerzas y métodos que se traduzca en una pedagogía clara, porque si no es transparente en el conocimiento y la divulgación del pensamiento crítico no puede ser popular. No puede dejar de difundirse porque si está concentrado en la oscuridad de un mundo abigarrado académico no puede tener la capacidad de trascender, y ese es el punto más importante en el desarrollo de una teoría crítica: debe trascender en praxis. Así hacer que el sujeto tenga una nueva capacidad, un nuevo modo de vida y una nueva relación con aquello que está produciendo y desarrollando.
Este congreso ha sido muy revitalizante, ha dado mucho de lo que hablar y nos llevamos mucha reflexión para trabajar.
Por último, en el apartado sobre la agenda hacia futuro de la Geografía Crítica, desde el Colectivo planteamos lo siguiente:
Como Colectivo de Geografía Crítica del Ecuador que en septiembre de este año celebra 5 años de existencia, celebramos la apertura que la UASB ha tenido para generar este congreso en el que el territorio y la generación de pensamiento crítico han estado en el centro del mismo.
Asímismo, valoramos que todas las entidades coorganizantes de este congreso consideren la geografía crítica como un campo de interés y de trabajo en sus propias instituciones. Saludamos la generación de espacios de intercambio entre espacios de naturaleza distinta con interés en generar pensamiento geográfico.
Nuestro posicionamiento de la geografía crítica se encarna en la lucha contra megaproyectos capitalistas en concreto los extractivos, contra la violencia patriarcal y contra las formas coloniales de poder y saber, para dar paso a territorios de vida en los que podamos realizarnos como sociedad y como personas. Consideramos la geografía política como un posicionamiento ético, como la construcción de una epistemología crítica pero también como una práctica política que asume la criticidad para generar transformaciones radicales en las relaciones de poder.
Por tanto, para el colectivo la geografía crítica es una herramienta de la subalternidad y los sectores oprimidos para destruir los poderes territoriales alienantes y violentos. La crítica implica necesariamente la contestación al poder. Ello lo enunciamos desde la autonomía con la que afrontamos nuestro trabajo.
Consideramos que es pronto para hablar de una Red de Geografía Crítica en Ecuador, ya que la relación de las distintas entidades interesadas en la misma es aún incipiente. Al mismo tiempo, valoramos que desde distintas instituciones la intención de generar pensamiento crítico geográfico. Este primer congreso es un primer paso en esa dirección.
En la construcción de compromisos para una agenda hacia una geografía crítica en América Latina desde el Colectivo enunciamos nuestros aportes:
– Elaborar herramientas de acción para detener la violencia machista que asola Ecuador y América Latina.
– Contribuir con acciones geográficas a la paralización de los megaproyectos extractivos que están destruyendo los territorios indígenas y campesinos.
– Continuar profundizando teóricamente en las principales corrientes de la geografía crítica en la actualidad, que nos generan mayores insumos para la reflexión y la acción, en concreto las geografías feministas, geopolíticas decoloniales, y geografías marxistas.
– Seguir realizando publicaciones en revistas científicas, medios de comunicación y materiales de educación popular
– Trabajar la geografía crítica de manera autónoma, como herramienta al servicio de los sectores subalternos sin mediaciones de otras instituciones.