DESARROLANDO CARTOGRAFÍA SOCIAL CON COMUNIDADES KICHWA, COFÁN, SIONA Y SECOPAI DE LA AMAZONÍA NORTE ECUATORIANA
Diana Vela Almeida, Colectivo de Geografía Crítica Ecuador
Inspirados en los recorridos “Chaski Warmi” realizados en la Amazonía peruana, un grupo de dieciséis mujeres lideresas de diferentes comunidades Kichwa, Cofán, Siona y Siekopai, junto con Acción Ecológica y el Colectivo de Geografía Crítica emprendimos un recorrido de seis días a través del río Aguarico por la defensa de los territorios amazónicos. El objetivo de este viaje fue doble, por un lado, generar un proceso de formación política de este grupo de mujeres, centrado principalmente en el intercambio de saberes y prácticas por la defensa de los territorios vulnerados por el extractivismo. Por otro lado, se planteó visitar ocho comunidades de diferentes nacionalidades de la Amazonía norte para realizar un monitoreo ambiental comunitario sobre el estado de sus territorios y los impactos ambientales producidos por la extracción petrolera, la plantación de palma aceitera, la deforestación, la contaminación de las aguas y descarga de aguas servidas al río.
Las comunidades visitadas fueron (1) la comunidad Cofán Sinangoe, como punto de partida por el simbolismo de su lucha actual, no solamente por la defensa de su territorio en contra de la industria minera, sino por su preocupación por la protección de toda la cabecera del río Aguarico que alberga a otras comunidades amazónicas. El recorrido siguió su camino por (2) la comunidad Kichwa Alishungo; (3) comunidad Cofán Duvuno; (4) comunidad Kichwa Cinco de Agosto; (5) visita a la Federación de Mujeres en Lago Agrio; (6) comunidad Cofán Dureno; (7) comunidad Siona Sotosiayá; (8) comunidad Siekopai San Pablo y finalmente (9) comunidad Kichwa Playas del Cuyabeno.
El Colectivo de Geografía Crítica fue invitado a formar parte de este recorrido con el fin de realizar mapeos comunitarios en cada una de las comunidades visitadas. Los mapas fueron construidos por mujeres que viven en aquellos territorios y los representaron con sus propias manos, y a través de sus experiencias y puntos de vista. El mapeo evidenció a los ríos como una de las referencias más importantes en la construcción de sus territorios. Las comunidades visitadas están ubicadas a lo largo del río Aguarico y al mapear sus espacios de vida, de manera recurrente, el río era una de las primeras demarcaciones dibujadas. Esto da cuenta de la importancia de los ríos en la construcción material y simbólica de los territorios de las comunidades y por tanto, muestra la importancia que tienen estos cuerpos de agua en la defensa de los territorios.
Los mapeos también muestran otros referentes importantes dentro de los espacios de vida de las mujeres como el bosque, las casas, los espacios de encuentro colectivos (la casa comunal, coliseos, escuelas), lugares de significancia cultural y espiritual (Maloca) y espacios de encuentro entre mujeres como casas talleres donde ellas se reúnen a realizar artesanías y tejidos. En cada mapa, las mujeres concretizaron las diferentes actividades realizadas desde la cotidianidad para la producción y reproducción de la vida, los espacio de caza, de pesca, de celebraciones, sus espacios de ilusión y seguridad y también de preocupación.
Las conversaciones mantenidas durante la visita a comunidades Kichwa, Cofán, Siona y Siekopai muestran cómo la población y sus territorios siguen marcados por la extracción de petróleo principalmente, aunque emergen nuevas preocupaciones sociales y ambientales. Los mapeos muestran lugares de preocupaciones o impactos sufridos debido a los derrames petroleros, la contaminación del agua, la deforestación, y el crecimiento de infraestructura extractiva. Otras preocupaciones recurrentes son el vertimiento de aguas servidas e industriales a los ríos, la tala ilegal, la deforestación del bosque e impactos ambientales relacionados con procesos de urbanización. Estos cambios en el uso del suelo han conducido a la reducción de animales de caza y han afectado la posibilidad de pesca de estas poblaciones.
Uno de los problemas más visibilizados en los mapas es la escasez de acceso a fuentes de alimentos y agua limpia. A pesar de que las comunidades indígenas poseen amplios espacios de tierra, estos espacios han sufrido de una reducción drástica de animales de caza, los peces del río están contaminados y la degradación de los suelos no permite tener cultivos suficientes para suplir las necesidades de subsistencia. La mayoría de los alimentos son adquiridos en mercados, fuera de sus comunidades. Más aún, la escasez de alimentos obtenidos en sus espacios de vida, junto con el reducido poder adquisitivo para acceder a alimentos de calidad, vulnera su capacidad de mantener una vida digna. La escasez de alimentos y la contaminación del agua necesariamente afecta de manera directa a la salud de la población, de manera particular a las niñas y niños, quienes son más vulnerables a la desnutrición y a adquirir enfermedades relacionadas con la contaminación del agua. De hecho, durante las visitas se observó la presencia de ronchas en la piel de muchos niñas y niños que juegan en el río.
En resumen, el mapeo comunitario, como herramienta de comunicación social, permitió visibilizar las dinámicas territoriales existentes entre las mujeres que habitan las comunidades visitadas, sus ilusiones, presiones y preocupaciones. La cartografía social constituye así un espacio de liberación de las mujeres para contar, desde sus propios ojos y a través de sus manos, lo que ellas perciben, ven y sienten. Por ejemplo, los mapas muestran los espacios de cariño con muchos más colores y detalles, estos generalmente son los espacios comunitarios o donde ellas pasan mayoritariamente su tiempo y son los espacios que más conocen. Este proceso también constituye un ejercicio para fortalecer las capacidades organizativas de las mujeres y que sean ellas las que evidencian sus necesidades particulares y sus demandas específicas y construyan posibilidades de cambio.
Inspirados en los recorridos “Chaski Warmi” realizadosen la Amazonía peruana, un grupo de dieciséis mujeres lideresas de diferentescomunidades Kichwa, Cofán, Siona y Secopai, junto con Acción Ecológica y elColectivo de Geografía Crítica emprendimos un recorrido de seis días a travésdel río Aguarico por la defensa de los territorios amazónicos. El objetivo deeste viaje fue doble, por un lado, generar un proceso de formación política deeste grupo de mujeres, centrado principalmente en el intercambio de saberes yprácticas por la defensa de los territorios vulnerados por el extractivismo.Por otro lado, se planteó visitar ocho comunidades de diferentes nacionalidadesde la Amazonía norte para realizar un monitoreo ambiental comunitario sobre elestado de sus territorios y los impactos ambientales producidos por laextracción petrolera, la plantación de palma aceitera, la contaminación de lasaguas y descarga de aguas servidas al río.
Las comunidades visitadas fueron (1) la comunidad Cofán Sinangoe, como punto de partida por el simbolismo de su lucha actual no solamente por la defensa de su territorio en contra de la industria minera, sino por su preocupación por la protección de toda la cabecera del río Aguarico que alberga a otras comunidades amazónicas. El recorrido siguió su camino por (2) la comunidad Kichwa Alishungo; (3) comunidad cofán Duvuno; (4) comunidad Kichwa Cinco de agosto; (5) visita a la Federación de Mujeres en Lago Agrio; (6) comunidad Cofán Dureno; (7) comunidad Siona Sotosiayá; (8) comunidad Secopai San Pablo y finalmente (9) comunidad Secopai Playas del Cuyabeno.
El Colectivo de Geografía Crítica fue invitado a formar parte de este recorrido con el fin de realizar mapeos comunitarios en cada una de las comunidades visitadas. Los mapas fueron construidos por mujeres que viven en aquellos territorios y los representaron con sus propias manos, y a través de sus experiencias y puntos de vista. El mapeo evidenció a los ríos como una de las referencias más importantes en la construcción de sus territorios. Las comunidades visitadas están ubicadas a lo largo del río Aguarico y al mapear sus espacios de vida, de manera recurrente, el río era la primera demarcación dibujada. Esto da cuenta de la importancia de los ríos en la construcción material y simbólica de los territorios de las comunidades y por tanto, muestra la importancia que tienen estos cuerpos de agua en la defensa de los territorios.
Los mapeos también muestran otros referentes importantes dentro de los espacios de vida de las mujeres como el bosque, las casas, los espacios de encuentro colectivos (la casa comunal, coliseos, escuelas), lugares de significancia cultural y espiritual (Maloca) y espacios de encuentro entre mujeres como casas talleres donde las mujeres se reúnen a realizar artesanías y tejidos. En cada mapa, las mujeres concretizaron las diferentes actividades realizadas desde la cotidianidad para la producción y reproducción de la vida, los espacio de caza, de pesca, de celebraciones, sus espacios de ilusión y seguridad y también de preocupación.
Las conversaciones mantenidas durante la visita a comunidades Kichwa, Cofán, Siona y Secopai muestran cómo la población y sus territorios siguen marcados por la extracción de petróleo principalmente, aunque emergen nuevas preocupaciones sociales y ambientales. Los mapeos muestran lugares de preocupaciones o impactos sufridos debido a los derrames petroleros, la contaminación del agua, la deforestación, y el crecimiento de infraestructura extractiva. Otras preocupaciones recurrentes son el vertimiento de aguas servidas e industriales a los ríos, la tala ilegal, la deforestación del bosque e impactos ambientales relacionados con procesos de urbanización. Estos cambios en el uso del suelo han conducido a la reducción de animales de caza y han afectado la posibilidad de pesca de estas poblaciones.
Uno de los problemas más visibilizados en los mapas es la escasez de acceso a fuentes de alimentos y agua limpia. A pesar de que las comunidades indígenas poseen amplios espacios de tierra, estos espacios han sufrido de una reducción drástica de animales de caza, los peces del río están contaminados y la degradación de los suelos no permite tener cultivos suficientes para suplir las necesidades de subsistencia. La mayoría de los alimentos son adquiridos en mercados, fuera de sus comunidades. Más aún, la escasez de alimentos obtenidos en sus espacios de vida, junto con el reducido poder adquisitivo para acceder a alimentos de calidad, vulnera su capacidad de mantener una vida digna. La escasez de alimentos y la contaminación del agua necesariamente afecta de manera directa a la salud de la población, de manera particular a las niñas y niños, quienes son más vulnerables a la desnutrición y adquirir enfermedades relacionadas con la contaminación del agua. Durante las visitas se observó la presencia de ronchas en la piel de muchos niñas y niños que juegan en el río.
En resumen, el mapeo comunitario, como herramienta de comunicación social, permitió visibilizar las dinámicas territoriales existentes entre las mujeres que habitan las comunidades visitadas, sus ilusiones, presiones y preocupaciones. La cartografía social constituye así un espacio de liberación de las mujeres para contar desde sus propios ojos y a través de sus manos lo que ellas perciben, ven y sienten. Por ejemplo, los mapas muestran los espacios de cariño con muchos más colores y detalles, estos generalmente son los espacios comunitarios o donde ellas pasan mayoritariamente su tiempo y son los espacios que más conocen. Este proceso también constituye un ejercicio para fortalecer las capacidades organizativas de las mujeres y que sean ellas las que evidencian sus necesidades particulares y sus demandas específicas y construyen posibilidades de cambio.