Desde el 7 de octubre venimos realizando una serie de mapas de la resistencia y protesta social y la violenta represión vivida en el país en el marco del #ParoNacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE. En anteriores entradas pueden leer sobre el contexto del paro y nuestros primeros mapas, una actualización al 6 de octubre de 2019 y los mapas de la resistencia y represión a nivel nacional 7-9/OCT/2019.
Históricamente el movimiento indígena ha realizado levantamientos que incluyen cortes de vías y concentraciones en varios puntos del territorio nacional y la movilización a Quito, centro político del país.
A partir del 6 de octubre de 2019 llegaron delegaciones de las provincias de Carchi, Chimborazo, Bolívar, Cañar, Azuay, Loja, Esmeraldas, Zamora Chinchipe, Cotopaxi, Imbabura, Tungurahua, y del cantón Cayambe de la provincia de Pichincha. Se calcula que, al 9 de octubre de 2019, más de 20.000 indígenas se habrían movilizado a Quito entre mujeres, hombres, niños, niños, adolescentes, y adultos mayores. El Parque El Arbolito y el Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana se han convertido, como en otras ocasiones, en espacios de acogida, alimentación, descanso y reunión del movimiento indígena.
Según nuestros reportes entre el 7 y 9 de octubre de 2019, diversos eventos de resistencia y violencia ha tenido lugar en la capital ecuatoriana. Si bien la gran mayoría de ellos da cuenta de una evidente confrontación entre las fuerzas del Estado contra la población indígena movilizada, otros dan cuenta así mismo de movilización protagonizadas por población mestiza y en solidaridad con los indígenas. El 7 de octubre se realizó una manifestación contra el medio de comunicación masiva Teleamazonas en protesta por no transmitir los eventos políticos, y cierre de vías para el ingreso a Quito por parte de manifestantes que rechazan las medidas económicas.
El 8 de octubre de 2019 se registraron eventos de represión, la mayoría en contra de población indígena movilizada. En el siguiente mapa se puede ver que hubo detenciones, cercos policiales que impiden el paso a manifestantes, represión con gas lacrimógeno lanzado al cuerpo de los y las manifestantes y el uso de balas de goma. Ese día llevó a cabo una persecución policial que cobró la vida de Marco Oto y de José Daniel Chiluisa Cusco. También se allanó a Radio Pichincha Universal, se registraron bombardeos con gas lacrimógeno al hospital Eugenio Espejo y a la Maternidad Isidro Ayora. En la tarde, un grupo de manifestantes indígenas rompió el cerco policial en la Asamblea Nacional, evento que estuvo cargado de represión policial y militar y uso desmedido de gases lacrimógenos. Como resultado 73 personas fueron ilegalmente detenidas en las inmediaciones de la Asamblea Nacional que habrían permanecido detenidos en el subsuelo de la Asamblea alrededor de 7 horas y, con el inicio del toque de queda parcial, habrían sido ilegalmente trasladados en buses hasta la sede del Grupo de Intervención y Rescate en Pomasqui, en el extremo norte de la ciudad. Finalmente, el 8 de octubre, al caer la noche y antes de que inicie el toque de queda, cuerpos de la policía nacional y militares despejaron el parque El Arbolito y Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Irrespetando que éste es la primera “Zona Humanitaria de Paz”, arremetieron con gases lacrimógenos contra la población civil, mayoritariamente indígenas, incluyendo niños, niñas y mujeres, que estaban ahí.
El 9 de octubre de 2019 se registraron 15 detenciones en Quito. La Unidad Judicial de Carcelén informó que no se permitía el derecho a la defensa de las 73 personas detenidas el día anterior, quienes finalmente fueron liberadas ese mismo día pues la Fiscalía declaró ilegal la detención ocurrida en la Asamblea Nacional el 8 de octubre de 2019.
Este día se registró la primera marcha masiva con aproximadamente 15 mil marchantes del movimiento indígena, sindicatos, campesinos, estudiantes, mujeres, ecologistas, que salieron desde las inmediaciones de El Arbolito hasta la plaza de Santo Domingo, como se puede ver en el siguiente mapa en línea naranja. Se registraron confrontaciones en diversos puntos de la ruta que siguió la marcha, particularmente el uso desmedido de gases lacrimógenos a la altura de la Plaza del Teatro y Santo Domingo.
Además, por segunda día consecutivo, al caer la tarde y a pocas horas del inicio del toque de queda parcial, la fuerza pública realizó un operativo violento y desmedido de dispersión de los manifestantes que se encontraban en el Parque El Arbolito y la Casa de la Cultura Ecuatoriana y su Ágora, en casi su totalidad población indígena de todo el país y cientos de personas de la ciudad que brindaban apoyo de todo tipo en este lugar. En este contexto de desmedida represión policial muere Segundo Inocencio Tucumbi Vega, dirigente indígena de Cotopaxi.
El Parque El Arbolito y la Casa de la Cultura constituyen la primera “Zona Humanitaria de Paz” con puestos y brigadas médicas, cocinas y comedores comunitarios, espacios de cuidado de niños y niñas, centros de acopio, sitios de descanso y albergue nocturno para las personas y espacio de reunión y asamblea. Este operativo, que incluyó el uso desmedido de gases lacrimógenos, motos y vehículos policiales, intimidaciones e intentos de arrollamientos, se extendió hacia la zona de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Universidad Politécnica Salesiana, la parte posterior de la Escuela Politécnica Nacional y de la Iglesia del Girón, todas estas “Zonas Humanitarias de Paz” gestionadas principalmente por estudiantes y las propias personas albergadas. Este hecho constituye un gravísimo atentado contra la población civil organizada.
Con los eventos registrados para Quito, se confirma nuevamente que la represión durante el Paro Nacional tiene un carácter racial claro. Una muestra de ello son las muertes de Segundo Inocencio Tucumbi Vega, Marco Humberto Oto Rivera y José Daniel Chiluisa Cusco, como consecuencia de la desmedida represión ejecutada por la fuerza pública en la zona del Centro Histórico y la permisividad que otorga el estado de excepción. Y, evidentemente, la violencia ejercida en la Universidad Salesiana y en las inmediaciones de la Pontifica Universidad Católica del Ecuador donde cientos de familias indígenas están albergadas. Sin duda, la violencia que se registran en Ecuador tiene un carácter racializado pues la población indígena ha sido la principal receptora del uso excesivo de la fuerza por parte del estado ecuatoriano.