La serie de videos Makana, palabra kichwa que significa destruir y resistir, invita ahora de manera impostergable a pensar en la posibilidad de destruir las prácticas capitalistas que han llevado al mundo a vivir impactos ambientales de enorme magnitud, al punto de romper los ciclos naturales de la vida que han terminado por provocar el cambio climático. Ahora, de manera especial con el brote del nuevo coronavirus, entendemos que tanto la pandemia como el cambio climático son síntomas del capitalismo feroz y que así deben ser entendidos. Necesitamos mirar estas crisis en su real magnitud e identificar con claridad sus causas para identificar las formas de atravesar este momento de manera saludable y transformadora, no solo para las personas sino para el territorio-mundo que habitamos.
En el origen de la pandemia sabemos que hay bosques deforestados que han puesto a seres humanos cerca de animales silvestres, facilitando el contagio. Detrás de la deforestación está un sistema de producción y consumo global que demanda grandes cantidades de energía fósil para mover mercancías de un lado al otro del globo, y minerales para construir ciudades y dispositivos de todo tipo. Un sistema alimentario que necesita mercancías que vienen de los bosques, como soya o aceite de palma, imprescindibles en la producción de comida ultra-procesada que inunda los supermercados de todo el mundo. Tanto el cambio climático como el COVID-19 afectan a las poblaciones más vulnerables del mundo: pobres, mujeres y diversidades, personas racializadas.
En medio de la devastación, las mujeres continúan su trabajo de cuidados y de sostenimiento de la vida, que no es nuevo. Cuidadoras de niñes, ancianes y enfermos en casa; enfermeras y doctoras; campesinas que producen nuestra comida. Las mujeres y el trabajo de cuidado es esencial en estos tiempos de pandemia, y nos ayuda a todes a resistir.
La serie de videos Makana muestra esas diversas formas de resistencia que las mujeres han sabido sostener y crear, quienes tienen en común su trabajo con la tierra o para la tierra, cercanas a la conciencia ambiental desde las diferentes trincheras de su existencia: en la Amazonía, en la Costa y en la Sierra del Ecuador; en las ciudades, pisando la tierra y el asfalto, pensando desde sus cuerpos en relación con los territorios que habitan. Pero además lo que implica su trabajo y su vida para las múltiples relaciones en el territorio y con sus comunidades.
Son nueve videos de dos minutos cada uno, donde presentamos brevemente el relato de mujeres que luchan por la justicia climática, expresando su preocupación por el futuro, poniendo en el centro el sostenimiento de la vida con dignidad, alimentando procesos de sanación a través de la permacultura y desde la organización entre mujeres y feminista. Generando trabajos dignos en las ciudades, sosteniendo y difundiendo la buena palabra que su trabajo con la tierra les trae. También haciendo respetar la memoria de sus antepasados, lo que lleva a algunas a luchar por la tierra donde sus muertos fueron enterrados.
Agradecemos infinitamente a Belia Vaca de la finca ParotoYacu en Sucumbíos; Hueiya Alicia Cahuiya, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Waorani del Ecuador, AMWAE; Alexandra Narváez de la Comunidad Cofán de Sinangoe; Laura Guanoluisa, presidenta de la Red Nacional de Recicladores del Ecuador, RENAREC; María Inés Rivadeneira del PNUD; Sonia Martínez de la comunidad Shuar Zapa parte del Pueblo Shuar Arutam, PSHA; Elvia Dagua Dirigenta de Mujeres de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía del Ecuador, CONFENIAE; Ivonne Yánez de Acción Ecológica; Antonella Calle de Yasunidos. A todas ellas por compartir parte de sus muchas luchas, de su vida cotidiana y de su fuerza. Y a Nancy Burneo, directora de la serie de videos Makana, por su mirada sensible y cuidadosa, siempre alerta ante las luchas.
Gabriela Ruales y Melissa Moreano
Makana, serie de videos de mujeres luchando contra las industrias extractivas y el cambio climático
[Video’s description in english below]
Desde 2017 el proyecto “¡No sin nosotras!” ha estado apoyando a mujeres y activistas LGBTQI de Ecuador, Sudáfrica, Indonesia, India y Fiji para conectar sus luchas climáticas locales con las negociaciones internacionales sobre cambio climático. El objetivo es hacer visibles las demandas locales, el conocimiento transformador y las prácticas de las comunidades que viven a la vanguardia del cambio climático en los ámbitos internacionales de toma de decisiones sobre el cambio climático. En 2019, el proyecto apoyó la recopilación de historias locales para llevar las voces de las mujeres por el clima y la justicia feminista a la COP25, la conferencia climática celebrada en Madrid. Como parte del proyecto produjimos Makana, una serie de videos que muestra a mujeres en primera línea que luchan contra las industrias extractivas y el cambio climático en Ecuador.
Alexandra Narváez de la comunidad Cofán de Sinangoe, y parte de la guardia indígena constituida en 2017 en respuesta a la concesión inconsulta de territorio Cofán para actividades mineras. Actualmente, en la zona donde se ubica Sinangoe, existen más de 50 concesiones mineras con permisos de explotación vigentes hasta por 30 años.
La Amazonía Norte del Ecuador recibió dos arremetidas inconmensurables contra la vida en las últimas seis décadas: primero, la catástrofe ambiental causada por más de treinta años, desde 1968, por Chevron-Texaco; y después, fumigaciones con glifosato en períodos intermitentes desde el 2000. En medio de la devastación, y al tiempo que siguen la lucha contra las injusticias que llegan por aire y tierra, mujeres como Belia Vaca construyen espacios de reparación.
El 75% de personas que trabajan en reciclaje en el Ecuador son mujeres. Cada día, ellas recobran toneladas de material reusable. Parte de la labor de Laura Guanoluisa junto a la Red Nacional de Recicladores del Ecuador, ha sido hacer visibles las proporciones del aporte ambiental de su trabajo y el de sus compañerxs, con quienes han logrado levantar organización en condiciones adversas.
El Yasuní es uno de los lugares más biodiversos del planeta, una de las reservas de biósfera más importantes para la humanidad, y es el hogar de pueblos en aislamiento voluntario. A pesar de la lucha social de décadas, el Bloque 43, en el Yasuní, empezó a explotarse en 2016. Sostenida principalmente por la Organización de Mujeres Huaorani AMWAE y las mujeres amazónicas, Hueiya Alicia Cahuiya se ha mantenido en defensa del territorio pese a la intimidación y acoso.
En una trayectoria de 26 años como dirigenta, Elvia Dagua ha renovado sus luchas una y otra vez a través del tiempo, sobre el principio de que lo personal es político.
Dentro de las alianzas que se tejen entre campo y ciudad, y en medio de diferentes desafíos, se abren camino las investigaciones feministas sobre género y cambio climático. Como dice María Inés Rivadeneira, “el principal desafío para mí es […] que mis colegas puedan comprender no solamente la necesidad de integrar esta mirada feminista […] en su trabajo, sino en su vida. Implica una práctica, y esa práctica es la más compleja porque nos atraviesa las relaciones más íntimas del día a día.”
El 56% del territorio Shuar Arutam ha sido concesionado a empresas mineras. La comunidad de Sapa, de donde es Sonia Martínez, se está organizando contra la expansión de las concesiones que, junto con el daño ambiental, traen amenazas directas a las vidas de las defensoras de la naturaleza.
El colectivo Yasunidos se formó en el año 2013, cuando Rafael Correa decidió cancelar la Iniciativa Yasuní ITT, con la que se buscaba dejar bajo tierra el petróleo de los campos Ishpingo-Tambococha-Tiputini dentro del Parque Nacional Yasuni. Desde entonces Antonella Calle ha estado contribuyendo en la lucha antiextractivista en estrecha conexión con la lucha feminista y la defensa de la autonomía de los cuerpos y de los territorios.
Ivonne Yánez es parte de Acción Ecológica. Su trabajo ha apoyado la lucha contra el extractivismo desde hace más de 20 años. El colectivo fue pionero en Ecuador y América Latina en vincular los temas de extractivismo y cambio climático.
Video’s description in English
You can find all the videos in English in our Youtube channel:
Since 2017 the project “Not without us!” has been supporting women and LGBTQI activists from Ecuador, South Africa, Indonesia, India and Fiji in connecting their local climate struggles with the international climate change negotiations. The objective is to make visible the local demands, transformative knowledge and practices of the communities that live at the forefront of climate change in the international arenas of decision-making on climate change. In 2019 the project supported the collection of local stories for bringing women’s voices for climate and feminist justice to COP25, the climate conference held in Madrid. As part of the project, we produced Makana, a video series showing women in the frontlines fighting extractive industries and climate change in Ecuador.
The Northern Amazon of Ecuador received two immeasurable attacks against life in the last six decades: first, the environmental catastrophe caused during more than thirty years since 1968 by Chevron-Texaco; and then, fumigations with glyphosate in intermittent periods since 2000. In the midst of the devastation, and while continuing the fight against environmental injustice, women like Belia Vaca build spaces of reparation.
75% of people working in recycling in Ecuador are women. Every day, they recover tons of reusable material. Part of the work of Laura Guanoluisa together with the National Network of Waste Pickers of Ecuador, has been to make visible the proportions of the environmental contribution of her work and that of her comrades, with whom they have managed to build an organization in difficult conditions.
The Yasuni is one of the most biodiverse places on the planet, one of the most important biosphere reserves for humanity, and is home to indigenous people in voluntary isolation. Despite decades of struggle, the government began to exploit Block 43, in the Yasuni, in 2016. Mainly supported by the AMWAE Huaorani Women’s Organization and Amazonian women, Hueiya Alicia Cahuiya has continues to defend the territory despite bullying, harassment and threats to her freedom and her life.
Fifty-six percent of the Shuar Arutam territory has been concessioned to mining companies. The Sapa community, where Sonia Martínez is from, is organizing against the expansion of the concessions which along with environmental damage, bring direct threats to the lives of women land defenders.
Within the alliances that are woven between countryside and city, they are making their way, facing different challenges, feminist researches on gender and climate change. As María Inés Rivadeneira says, “the main challenge for me is […] that my colleagues can understand not only the need to integrate this feminist outlook […] in their work, but in their lives. It implies a practice, and that practice is the most complex because we are going through the most intimate day-to-day relationships”.
In a 26-year career as a leader, Elvia Dagua has renewed her struggles time and again, on the principle that the personal is political. Makana, video series about women fighting extractive industries and climate change.
Yasunidos was created in 2013, when Rafael Correa decided to cancel the Yasuní ITT Initiative, which aimed to leave the oil from the Ishpingo-Tambococha-Tiputini fields underground. Since then Antonella Calle has been contributing to the anti-extractivist struggle in close connection with the feminist struggle and the defense of the autonomy of bodies and territories.
Ivonne Yánez works in Acción Ecológica. Her work has supported the fight against extractivism for more than 20 years. Her collective was a pioneer in Ecuador and Latin America fighting against extractivism and climate change.
Leslie Salgado junio 29, 2020
¡Excelente trabajo! Lo estoy compartiendo con activistas en los EEUU.
Abrazos solidarios,